Tabaco y periodontitis

Para un fumador el riesgo de padecer periodontitis (enfermedad de las encías) es 3 veces mayor que el de una persona que no fuma.

El tabaco causa que la inflamación de las encías sea menos perceptible en fumadores dificultando el diagnóstico precoz de la misma. Tiene un efecto vasoconstrictor que disminuye síntomas tan evidentes como puede ser el sangrado o el enrojecimiento de las encías. También causa tinciones y el incremento de acúmulo de sarro, por acción de la nicotina.

Las respuestas a los tratamientos de las encías (básicos y avanzados) son mucho peores en este tipo de pacientes; aun siendo beneficioso el tratamiento periodontal en paciente fumador la evolución esperada es un 50% menos favorable. Esto no quiere decir que el paciente fumador no tenga que tratarse; sino todo lo contrario deberá ser riguroso con sus cuidados bucales ya que tiene un incremento en el riesgo a sufrir problemas por los efectos nocivos del tabaco.

En técnicas más avanzadas como puede ser injerto de encía, regenerar tejidos…m el beneficio se reduce entre un 50-75%. En una extracción dental dental la cicatrización es mucho más lenta. Y en cirugía de implantes dentales la tasa de fracaso es 2 veces más alta, además es un factor de riesgo para que los implantes sufran periimplantitis y se pierda el hueso alrededor de los mismos.

CigarrillosPero sin duda la consecuencia más grave del tabaco en nuestra boca es el cáncer oral teniendo una tasa de mortalidad muy alta (la cuál baja un 50% si se realiza un diagnóstico precoz). Entre el 75-90% de los casos de cáncer oral están vinculados a personas fumadores y que consumen alcohol con frecuencia.

El consejo para el fumador es pedir ayuda para dejar de fumar: si se deja de fumar, en 4 o 6 semanas se recupera el sentido del olfato y gusto, empieza a recuperarse la vascularización de la encía, mejora la respuesta al tratamiento y se reducen progresivamente todos los riesgos y problemas mencionados.

Es recomendable revisar las encías con más frecuencia, dejar de fumar o reducir la dosis de cigarrillos, y mantener un buen control de la placa.

¡Si dejas de fumar, tus encías te lo agradecerán!