Las principales ventajas de las carillas de porcelana son:
- Mejoran el aspecto estético de forma notable, pues son capaces de modificar la forma, posición y color de los dientes.
- Se trata del método más conservador o mínimamente invasivo para cambiar la estética en dientes anteriores, ya que se talla una cantidad muy pequeña de la pieza, minimizando el trauma y las molestias del tratamiento.
- Su resistencia a la abrasión, desgaste y fractura es mucho más alta que la de las restauraciones de resina.
- Son resistentes al ataque de fluidos orales y alcohol.
- El material con el que están fabricadas es muy biocompatible.
- Mantienen intacto el color y el brillo con el paso del tiempo.
- Se obtiene un excelente ajuste del margen del diente.
- Son homogéneas, es decir, que ni se tiñen ni retienen placa.
- Su unión al esmalte es muy fuerte.
Rotundamente, sí. Mediante la adhesión de las carillas de porcelana al diente se puede cambiar la inclinación, la forma, el tamaño o malposiciones leves.
Además, también permiten cerrar espacios entre piezas, mejorando considerablemente la apariencia estética.
Numerosos estudios científicos respaldan la durabilidad de las carillas dentales a largo plazo con un índice de éxito de 15 años (superior en el 90% de los casos).
Con el blanqueamiento dental lo que se consigue es aclarar y blanquear los dientes, pero muchas veces esto no es suficiente para rejuvenecer una sonrisa y aportar luminosidad.
Esto se debe a que el envejecimiento dental no sólo se manifiesta con dientes oscuros y amarillos, sino que también presenta desgaste del esmalte, fisuras, dientes rotos, empastes antiguos…
Por lo tanto, para corregir todos estos problemas es necesario combinar ambos tratamientos, el blanqueamiento y las carillas dentales.
Antes, las coronas protésicas se hacían de metal y cerámica, y con el paso del tiempo, era frecuente que el margen oscuro del metal quedase expuesto al retraerse la encía.
Pero desde hace más de 25 años, en Clínica Dental Galván Lobo trabajamos con coronas 100% cerámicas.
La cerámica es un material con una estética similar al esmalte del diente, está altamente pulida, es brillante y resistente, y ofrece una alta biocompatibilidad y durabilidad.
Por todo ello, es el material elegido para los tratamientos de estética con coronas o puentes.
La corona dental se recomienda en todos los casos donde el diente esté muy debilitado o reconstruido, pues es el tratamiento ideal para conseguir una estética duradera y óptima.
La durabilidad de los tratamientos de prótesis o estética dental depende de varios factores.
En general, basándonos en nuestra experiencia y en los estudios científicos realizados al respecto, existe una longevidad alta de entre 10 y 20 años.
Esta alta durabilidad está ligada, sobre todo, a la elección del tipo, material y forma de confeccionar y colocar la prótesis en la boca.
Por otro lado, la mayor causa de fracaso en prótesis dentales está relacionada con la presencia de hábitos parafuncionales (como el apretamiento o bruxismo dental), que debilitan y rompen la prótesis, y también con la falta de una correcta higiene oral y con el incumplimiento de un estricto protocolo de desinfecciones con el dentista.
El blanqueamiento dental es una técnica estética conservadora, relativamente simple y rápida, indicada en el tratamiento de dientes con tinciones (manchas y decoloraciones) con el fin de conseguir una sonrisa armónica.
A través de procedimientos simples, indoloros y sin apenas efectos secundarios, se devuelve a los dientes de los pacientes el color adecuado a sus necesidades estéticas.
En la decoloración de los dientes entran en juego varios factores como la edad, el consumo de sustancias colorantes (café, té, tabaco, vino tinto…), la degeneración del nervio interior del diente o las restauraciones antiguas.
También puede llegar a afectar el consumo de tetraciclina o exceso de flúor durante la formación de la dentición.
El proceso de blanqueamiento dental es totalmente seguro.
Las investigaciones y estudios clínicos indican que este tratamiento, hecho bajo la supervisión de un dentista, es seguro para dientes y encías. Es más, muchos profesionales consideran que se trata del procedimiento estético más seguro disponible en la actualidad.
Hay dos métodos de blanqueamiento dental:
Uno de ellos es el que se realiza en la clínica dental de Valladolid colocando sobre los dientes del paciente un gel blanqueador que hay que activar con una luz ultravioleta. En este caso, en una sesión de 45 minutos se logra blanquear hasta 8 tonos.
Y en el otro método, es el paciente el que se hace el tratamiento en casa, poniéndose unas férulas de blanqueamiento confeccionadas previamente a medida para sus dientes. Al separarse el ingrediente activo del gel que se aplica en las férulas, el oxígeno penetra en el esmalte y blanquea las sustancias colorantes que hay en el interior del diente. El resultado es que la estructura de la pieza permanece intacta mientras que el color se vuelve mucho más blanco.
Hay personas que experimentan mayor sensibilidad al frío durante el proceso del blanqueamiento dental. No obstante, estos síntomas desaparecen al cabo de 1 ó 3 días tras la finalización o interrupción del tratamiento.
Tras el blanqueamiento, los dientes van a estar siempre más blancos que antes del tratamiento.
Sin embargo, es verdad que algunos pacientes pueden necesitar un retoque de un día una o dos veces al año para mantener la tonalidad más blanca posible.
En cualquier caso, es aconsejable evitar sustancias como café, té, vino tinto y tabaco para que los resultados sean más duraderos.